Aove

Nuestra finca es una historia de amor por la tierra y por la tradición. Comenzamos esta aventura en 2020 con el objetivo de recuperar y conservar los campos y olivos de nuestro pueblo. Y así es como hoy, podemos decir con orgullo que gestionamos múltiples campos en todo el término municipal de Alloza, donde trabajamos con la máxima dedicación y esfuerzo para obtener los mejores frutos de nuestras queridas aceitunas. 

Nuestros campos están abancalados con muros de piedra, en un auténtico paisaje mediterráneo que se funde con la historia de nuestros antepasados. En total, gestionamos alrededor de 2000 olivos de las variedades Royal de Alloza, Empeltre, Arbequina y Verdeña. Cada una de estas variedades aporta su propio carácter y sabor al aceite que producimos.

Nuestros olivos son de secano, lo que significa que se cultivan sin riego artificial, en un entorno natural y sin intervenciones artificiales. De esta forma, obtenemos un aceite más intenso en aromas y sabor, que refleja fielmente la esencia de nuestra tierra.

Entre nuestros olivos podemos encontrar algunos de más de 300 años, auténticos tesoros que nos hablan de la historia y la sabiduría de nuestros antepasados. Pero también cuidamos con cariño a los más jóvenes, que rondan los 30 años, para que crezcan fuertes y sanos y nos proporcionen su delicioso fruto.

En nuestro proyecto nos esforzamos por cuidar cada árbol individualmente, prestando atención a sus necesidades y mimándolos con tratamientos orgánicos y abonos naturales. Trabajamos con la tierra, escuchándola y aprendiendo de ella, y tratando siempre de mantener un equilibrio entre sostenibilidad y productividad.

En resumen, nuestra granja es una historia de amor por la tierra y por nuestras raíces. Una apuesta por la sostenibilidad y la conservación del patrimonio agrícola y cultural de nuestro pueblo. Y todo ello se refleja en la calidad de nuestros aceites, fruto del trabajo y la dedicación de muchas generaciones de agricultores que han trabajado para mantener viva esta tradición.

Los olivos son árboles majestuosos que se han cultivado y venerado durante siglos. En nuestros campos, tenemos la suerte de contar con un gran número de olivos, entre ellos olivos centenarios de la variedad Royal de Alloza, autóctona de la localidad y símbolo de nuestra zona.

Estos olivos centenarios son una maravilla de la naturaleza. Sus troncos retorcidos y sus ramas extendidas nos hablan de la sabiduría de los años, y sus frutos, las aceitunas, son el resultado de generaciones de agricultores que han trabajado incansablemente para mantener viva esta tradición.

Pero no sólo tenemos olivos centenarios de la variedad Royal de Alloza, también tenemos olivos de las variedades Empeltre, Arbequina y Verdeña, que añaden riqueza a nuestra colección.

Cada una de estas variedades tiene su propio carácter y personalidad. Por ejemplo, la Empeltre es una variedad que produce un aceite de oliva delicado y aromático, mientras que la Verdeña es más intensa y produce un aceite de oliva potente y persistente en el paladar.

En nuestros campos, los olivos son algo más que un simple cultivo. Son una conexión con la tierra y nuestra historia, una fuente de orgullo y una inspiración constante para seguir trabajando con dedicación y respeto por la naturaleza. Como dijo el poeta griego Homero, «el aceite de oliva es la mayor fuente de riqueza que hay en el mundo».

En nuestra finca, el cultivo del olivo es todo un arte. Uno de los métodos que utilizamos para garantizar el mejor rendimiento y salud de nuestros árboles es la poda en vaso policónico, una técnica de poda que consiste en dar forma al árbol para que tenga una copa abierta con múltiples troncos. Esta técnica ofrece múltiples ventajas tanto para el árbol como para el agricultor.

En primer lugar, la poda en vaso policónico permite que el árbol reciba más luz y aire, lo que favorece su crecimiento y la producción de frutos de mayor calidad. Además, gracias a la forma de la copa, la recolección de los frutos resulta más fácil y eficaz, ya que se puede acceder a las ramas sin dificultad.

 Otra ventaja de esta técnica es que permite realizar tratamientos foliares más eficaces. Al tener una copa más abierta, los tratamientos pueden llegar a todas las partes del árbol de forma más uniforme y eficaz.

Pero no nos detenemos ahí, tratamos nuestros árboles con gran cuidado y atención. Nuestros olivos reciben un abonado con materia orgánica de origen animal y vegetal, que garantiza una nutrición equilibrada y natural. Además, aplicamos múltiples tratamientos foliares con abonos orgánicos que producimos nosotros mismos, lo que refuerza la salud de los árboles y les proporciona la energía necesaria para producir aceitunas de alta calidad.

En nuestra finca apostamos por una agricultura sostenible y respetuosa con el medio ambiente, y esto se refleja en cada uno de los cuidados que dedicamos a nuestros olivos. Gracias a estas técnicas y cuidados, nuestros árboles crecen fuertes y sanos, produciendo frutos de gran calidad que dan como resultado un delicioso aceite de oliva virgen extra.

Alloza es una pequeña localidad situada en la Sierra de Arcos, en la provincia de Teruel, España. Su paisaje se caracteriza por una geografía montañosa con vegetación típicamente mediterránea y una gran diversidad de fauna autóctona. Extensos campos de olivos y almendros dominan el paisaje junto con campos de cereal y viñedos. En primavera, el campo se llena de flores silvestres que crean un manto multicolor sobre el terreno. Además de los cultivos, Alloza es famosa por su bosque de pino carrasco, que cubre gran parte de la sierra y proporciona una gran riqueza en biodiversidad y fauna. En él se pueden encontrar diversas especies animales como el águila real, el buitre leonado, el jabalí o el zorro. El río Escuriza también aporta un importante valor paisajístico, con su curso de agua clara que serpentea entre las montañas y crea pequeñas cascadas y pozas en su curso. Todo el paisaje de Alloza forma una imagen única y encantadora, que invita a disfrutar de la naturaleza y a desconectar de la rutina diaria. Un lugar donde la tranquilidad y la belleza del entorno se funden para crear una atmósfera de paz y armonía.